La piel sana no solo es un reflejo del bienestar físico, sino también una manifestación del cuidado y atención que invertimos en nosotros mismos. Los cuidados de la piel comienzan en nuestra rutina del día a día y en las acciones que conforman nuestro estilo de vida.
En el camino para conseguir esa piel limpia, hidratada y en balance que todos buscamos, es necesario ser constante con tu higiene y cuidado personal. Si ya sabes qué tipo de piel tienes y conoces el paso a paso para definir tu rutina de higiene, acompáñanos a conocer las características de una piel saludable.
¿Por qué es importante tener la piel sana?
La piel sana no solo luce bien por fuera, sino que es necesaria para nuestra salud interior.
Un estudio del Departamento de Ciencias Biomédicas y Quirúrgicas de la Universidad de Ferrara explica que la piel es la interfaz entre el cuerpo y el entorno, es decir, una barrera protectora contra contaminantes químicos y físicos.
Exponerse a estos factores con bajas defensas en la piel o déficit de vitaminas puede resultar en un envejecimiento prematuro.
Aquí radica la importancia de consumir alimentos adecuados para una piel saludable, protegerla del sol usando bloqueador diariamente y mantenerse hidratado. Todas las pequeñas acciones de tu día a día suman en el propósito de tener una piel sana.
¿Cómo saber si tengo la piel sana? Estas son las 10 características de una piel en equilibrio
Tu piel es más que una superficie externa que todos pueden ver; te protege contra bacterias, tierra y otros factores externos, como los rayos UV. También te permite saber si algo está frío o caliente, y regula la temperatura del cuerpo.
Por estas razones y más, tener una piel sana es primordial para la salud general, y estas son las 10 características de su vitalidad.